sábado, 18 de octubre de 2008

HALLOWEEN UNA CELEBRACION DESTRUCTIVA


Juan 8:12 “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”

I. ¿QUE ES HALLOWEEN?

Halloween es una de las celebraciones más importantes del año en los Estados Unidos.

Aparentemente es una fiesta inocente en la cual los niños se disfrazan de brujas, duendes, esqueletos, calabazas, diablos, etc., y van de puerta en puerta buscando caramelos.

Sin embargo, esta es una festividad pagana y los cristianos no solamente no deberán participar de ella, sino que hablarán a otros de su origen y su verdadero significado.


II. ORIGEN

Su origen se remonta a los sacerdotes paganos (druidas) de un pueblo llamado Celta, que poblaba, hace siglos, la región que hoy ocupan Francia y las Islas Británicas, los cuales adoraban el sol y practicaban sacrificios humanos.

El último día de octubre ellos celebraban el comienzo del invierno cuando el poder de las tinieblas se desataba, y los espíritus de los muertos iban a las casas a donde habían vivido.

Para aplacar al dios de los muertos y ahuyentar a los malos espíritus, danzaban con máscaras cubriendo sus rostros.

En el siglo VII la iglesia católica romana, queriendo dar significado cristiano a esta fiesta pagana, instituyó la celebración del día de todos los santos el primer día del mes de noviembre.

Durante la edad media, los niños con máscaras iban de puerta en puerta cantando y ofreciendo rezos por los muertos a cambio de dulces, manzanas y dinero.

Los cristianos que fundaron las primeras colonias en esta gran nación americana no celebraban esta fiesta, la cual fue introducida posteriormente por inmigrantes gaélicos.

III. CALABAZAS, BRUJAS Y FANTASMAS

Los “personajes” característicos de halloween tienen una apariencia simpática y su propósito, dice ser, el producir un “miedo divertido”, pero tienen un significado vinculado a Satanás, la muerte, las tinieblas, los demonios o espíritus malos, las brujas y a prácticas como la hechicería, que la Palabra de Dios condena claramente.

Por otra parte, las máscaras y disfraces se usaban para protegerse de los demonios o enlaces con los espíritus por creerse que la persona que los llevaba se convertía efectivamente en este personaje.

Por este mismo motivo, los actores usaban máscaras en el teatro griego clásico y en el kabuki japonés.

IV. LO QUE DICE LA BIBLIA

La Palabra de Dios nos ordena a no participar de las obras de las tinieblas, sino reprenderlas.

Efesios 5:11 “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.”

Igualmente nos enseña a no contaminarnos con las abominaciones de las naciones.

Deuteronomio 18:9-14 “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.”

La Palabra de Dios prohibe todo contacto con lo oculto (espíritus ocultos), porque esto ocasiona miseria, enfermedad, locura y muerte.

Exodo 20:5 “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.”

La Palabra de Dios prohibe la hechicería y nos muestra que el fin de los hechiceros será el lago de fuego y azufre.

Apocalipsis 21:8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”

V. RECUERDA:

Tratar amorosamente a los niños que vayan a tu casa el día de halloween. Dales un mensaje sencillo de salvación, un pequeño tratado o un libro que hable de Jesús; bendícelos en el nombre de Jesús y diles: “Jesucristo te ama”.

Dios es luz y en El no hay tinieblas. Dios es Dios de vivos y no de muertos. Jesucristo vino a deshacer las obras de las tinieblas.

Efesios 4:14-15 “...para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo…”

II Corintios 11:14 “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.”

Levítico 20:6 “Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.”

Isaías 47:13-14 “Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten.”

Amén.

sábado, 4 de octubre de 2008

JOVEN: ATREVETE A SOÑAR EN GRANDE

Dios está buscando locos aventureros que tienen espíritu de lucha, que no se dejan conquistar por cualquier circunstancia pequeña. Dios cumple sueños. ¿Con qué has estado soñando?, ¿Cuáles son los sueños y los anhelos de tu vida? Cualquiera que sea, son demasiado pequeños, todavía pueden ser el doble de grande y aún el triple porque tienes un Dios que puede con tu sueño.

Tu sueño necesita ser tan grande que sólo Dios te pueda sacar del paso, solamente Él. Si tu sueño es chiquito lo más probable es que tú lo puedas hacer y al rato vas a andar diciendo "miren lo que logré". Pero cuando tu sueño es tan grande que sólo Dios te puede sacar adelante, no hay forma de que te quedes con la gloria y tienes que decir, miren lo que Dios hizo, y Él se lleva toda la gloria.

Mateo 14:26-33 nos muestra a un hombre que estaba loco; un hombre común y corriente como tú y yo. Todos nosotros andamos en una barquita en el mar de nuestra vida y estamos rodeados de otros discípulos del Señor y ahí vamos remando muy felices, tranquilamente, diciendo "con Cristo en mi barca todo marcha muy feliz". Y muchos cristianos así les gusta, todo muy tranquilo, la llevan en paz. Dicen, "... a mí no me muevan mucho mi barca porque me da miedo, no sé si pueda aguantar las olas del mar".

En el barco del capítulo 14 de Mateo había de todo; un loco que era Pedro; él no sabía que se podía caminar en el agua, pero vio a Jesús caminando sobre el agua y quiso hacer lo mismo. En el barco estaba el que desanima: "Pedro, dudo que la vayas a hacer porque creo que el agua no te va a sostener". "Pedro, lo que te voy a decir es con mucho amor, tu visión es demasiado loca, tienes que razonar, piensa bien lo que vas a hacer, piensa en tu familia". En la barca estaban también otras personas que decían: "¡Ay, Pedro siempre queriendo llamar la atención, todo Pedro! ¡¡Me enfada Pedro!!". También está el miedoso: "Ay Pedro, ten cuidado Pedro, te vas a ahogar". Y no puede faltar aquel que no comenta, no opina, sólo está esperando verte ahogar.

Dios cree en ti. Tanto cree en ti que Él ha dado todo para que tú puedas triunfar. No hay nada más que Dios pueda hacer para que tú tengas el triunfo en tu vida, Él ya dio Su vida, Su Palabra poderosa y Su Santo Espíritu, para que tú y yo podamos hacer mayores cosas como estas, como nos lo prometió hacer.

Para caminar sobre el agua sólo tienes que sacar el pie y Pedro sacó el pie, empezó a caminar sobre el agua. De momento todos se quedaron sorprendidos al ver que realmente lo estaba haciendo. Pero llegan las olas y los vientos y Pedro se espanta: "No puedo con esto Señor. ¿Por qué no me quedé en el barco? ¡Me ahogo!". Pero lo bueno es que Pedro supo a quien clamar. Escucha, habrá tiempos cuando las olas parecerán consumirte, los vientos van a ser tan fuertes que realmente creerás que no vas a poder; la crítica, las opiniones, los juicios que se emitan en tu contra te van a tambalear y entonces es el tiempo de volver a clamar y decir: "¡Señor auxilio!" y en el instante ahí va a estar la mano poderosa de Dios para levantarte y sacarte adelante. Tal vez los que se queden en el barco, al verte en medio de la tempestad se burlen y digan: "Ahí va, pobrecito se va a hundir, fue un privilegio conocerte". Y eso es porque hay gente que se goza cuando te va mal. Dice un Proverbio: "No te contentes con la calamidad de tu enemigo no sea que Dios quite su juicio de sobre él". Tal vez haya gente que se alegre y que incluso piense que sólo así se te va a quitar lo loco, pero ¿sabes? A Pedro nunca se le quitó lo loco y en el nombre de Jesús le dijo al inválido: "No tengo oro ni plata pero en el nombre de Jesús levántate y camina". Pedro se tambaleó y tuvo que regresar al barco y lo hizo sobre el agua pero de la mano de Jesús, y esta vez convertido en un hombre más prudente, un hombre mejor preparado para hacer cosas más poderosas.

El diablo a muchos de ustedes les ha mentido y les ha hecho sentir: "Yo no puedo", "yo creo que eso no es para mí".

Te intimida de tal manera que te crees esas mentiras cuando en realidad la palabra de Dios dice: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No hay nada que no puedas hacer con Cristo; tómate de la mano de Él y todo lo podrás hacer.

Si lo puedes soñar lo puedes hacer. Es tiempo de actuar, de bajarte de la barca y lograr tus sueños de la mano de Jesús.

Primero tienes que pedirle perdón a Dios por tu incredulidad, porque no has creído en los sueños que Él te ha dado. Dile: perdóname Señor que no me he atrevido a salirme del barco, a ser diferente, a mostrarle al mundo que con Cristo realmente todo lo puedo hacer. Perdóname Señor por mi incredulidad y ayúdame a tener fe.

Una vez que pediste perdón a Dios, toma autoridad sobre el "padre de las mentiras" y dile que se largue en el Nombre de Jesús con todo y sus mentiras. Dile: satanás en el nombre de Jesús yo tomo autoridad sobre ti en mi vida y te recuerdo que soy comprado con la sangre preciosa de Jesús y que esa sangre es la que me lava, me limpia, me unge, me protege, y me lleva a hacer grandes y poderosas obras para mi Señor y mi Jesús. Sal de mis pensamientos, sal de mis decisiones, sal de mis palabras, sal de cada una de mis acciones, sal de mi manera de vivir, ¡en el Nombre de Jesús! No te voy a recibir más y voy a meter en mi cabeza, mi cuerpo, y mi espíritu la Palabra de Dios.

No sé qué es lo que hayas soñado, pero si ese sueño ha venido de lo alto, tu sueño va a prosperar y vas a ir aún más allá de lo que tú te pudiste haber imaginado. Sólo tienes que dar ese paso de fe.

Webgrafía

http://www.foroekklesia.com/showthread.php?t=3553