domingo, 4 de octubre de 2009

DERRIBANDO LAS MURALLAS ESPIRITUALES


Hay cantidad de fortalezas espirituales que nos impiden avanzar y tener una vida plena con Cristo. Estas fortalezas pueden estar aún en nosotros mismos y es necesario derribarlas para poder tener conquistas importantes en el campo espiritual. Estas murallas impiden que podamos tener una relación de nuestro espíritu con el espíritu de Dios y al mismo tiempo nos impide relacionarnos adecuadamente con los demás para poder llegar al más alto nivel de santidad que es el amor. Vamos cuales son las fortalezas que impiden experimentar una verdadera libertad espiritual.

1.El Temor : Fil. 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

El temor es una muralla espiritual que nos impide crecer, cumplir metas, asumir responsabilidades, aumentar nuestra fe, comunicarnos, relacionarnos adecuadamente con los demás.
La clave para vencer todos nuestros temores, angustias, miedos es refugiarnos en Cristo. El está como poderoso gigante delante de nosotros para protegernos y llenarnos de valor para afrontar cualquier situación o circunstancia.

2.El orgullo: Col 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;

El orgullo es una muralla espiritual que nos impide reconocer nuestros errores, entregarle nuestras cargas al Señor ( Yo puedo solo), sujetarnos y depender de Dios.


Para vencer el orgullo tenemos que ser humildes, así como Cristo lo fue, que se rebajó siendo Dios para entregarse por nosotros.


3.El egoísmo: Juan 15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado


El egoísmo es una muralla que nos impide trabajar en equipo y amar a los demás. Evita que podamos cumplir el mandamiento que nos dejó Cristo. Nos impide igualmente amar a Dios.
Para derribar el egoísmo tenemos que aprender a ver a los demás importantes y entender que todos somos un complemento del otro. Aceptar que tengo fortalezas y debilidades.

4. Pecados ocultos: 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.


Los pecados ocultos son una muralla que nos impide experimentar sanidad interior y libertad.

Para vencer esta muralla es necesario confesar nuestros pecados ocultos primeramente delante de Dios y después delante de aquel líder o pastor que te puede ayudar.

No te reprimas: Llénate de valor, reconoce tus errores, ten confianza en Dios y confiesa tus pecados.

No luches solo contra la droga, la pornografía, la fornicación, el engaño, el robo, la brujería…. Acude a Cristo que solo él te ayudará.


SER PUNTA DE LANZA


Dios nos ha llamado como cristianos para marcar diferencia. Esta diferencia está dada por la presencia de Cristo en nuestras vidas, donde el Espíritu Santo se encarga de hacer un trabajo especial hasta alcanzar la estatura de Cristo. Dios nos ha llamado a ser puntas de lanza y a dejar atrás la “mediocridad cristriana”, que está dada por la combinación de lo que no hemos podido dejar de nuestro pasado ( cuando estábamos en el mundo) y lo que somos hoy ( conocedores de Cristo). Para buscar la excelencia y ser puntas de lanza capaces de transformar la vida propia de y de impactar a todos los que están a nuestro alrededor es necesario cumplir con los siguientes requisitos:

1. Ser odres nuevos

Mat 9:16 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
Mat 9:17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.

Ser “Punta de Lanza” significa ser alguien nuevo. Para que la obra del E.S. pueda ser perfeccionada en nosotros debemos ser odres nuevos. Este nuevo vino ( el poder del espíritu) que será derramado sobre nuestra vida necesita habitar en un hombre nuevo. Cuando estamos todavía ligados al viejo hombre, la unción puede llegar a nuestra vida y simplemente se derrama, porque nosotros no nos hemos proyectado a un cambio verdadero. Esta cambio implica en primer lugar reconciliarnos con Cristo y luego arrepentirnos de corazón.
Hoy el Señor nos está haciendo un llamado de atención a nosotros mismos.

¿Cómo está tu corazón? ¿Has tenido una verdadera reconciliación con Cristo?
¿Has experimentado un arrepentimiento genuido?

2. Romper esquemas

1Co 1:18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
1Co 1:19 Pues está escrito:
Destruiré la sabiduría de los sabios,
Y desecharé el entendimiento de los entendidos.

Ser Punta de Lanza significa romper esquemas. Como cristianos tenemos que cambiar nuestra manera de pensar, nuestra manera de hablar, nuestra manera de comportarnos y aún nuestra manera de ver a Dios. Ya no podemos comportarnos como las personas del mundo, porque ya estamos en otra dimensión espiritual. Nuestra sabiduría no proviene de los razonamientos y cuestionamientos humanos; nuestra sabiduría proviene de Dios, es divina. La influencia no puede provenir de los cuestionamientos humanos. Nuestra influencia solo proviene de Dios.
¿Has logrado romper con los esquemas del mundo para depender únicamente de Dios?

3. Renovación a todo nivel

Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Ser “Punta de Lanza” significa el tener una renovación absoluta de nuestro entendimiento. Las cosas viejas pasaron y ahora son hechas nuevas ( 2 Cor. 5:17). El ser renovados quiere decir ser nuevas criaturas en Cristo. Es decir que hemos cambiado todo aquello que daña y contamina nuestra vida espiritual para llegar a tener entendidos en los asuntos de nuestro de Dios. Esta renovación está dada por un cambio absoluta en nuestra de nuestro estilo de vida en donde impera la dependencia de Dios, la comunicación permanente con él, el conocimiento profundo de su palabra y una armonía y consonancia absoluta entre nuestros pensamientos y nuestra forma de actuar.

4.Ser luz

Mat 5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

Ser “Punta de Lanza” siginifica ser Luz. Al ser odres nuevos, haber podido romper todos nuestros esquemas del mundo y al haber sido renovados, poder ser luz para poder guiar a todos aquellos están en oscuridad y están hambrientos por la palabra de Dios. “ El hombre saciado desprecia un panal de avejas, pero para el hambriento aún lo amargo le es dulce”. Ser punta de lanza significa estar saciados con el Espíritu Santo, para poder ir a nuestros hogares a predicar la palabra, a las calles, a los parques a los barrios a la ciudad y a las naciones. Para poder lograr esto, debemos andar todos en santidad para que Dios se pueda glorificar y para poder ayudar a todos aquellos que están perdidos.

Ser “Punta de Lanza” y saber oír donde la voz es susurro, o donde la voz no se puede escuchar… ser altavoz de esas voces calladas.
Ser “Punta de Lanza” y ser transmisor de Alegría, Esperanza y Sonrisas.

Lo bonito y difícil de este nuevo propósito, es que no se puede hacer de forma individual. “Odres Nuevos” será Punta de Lanza si todos los que pasamos por aquí somos, a su vez también, Puntas de Lanza.



domingo, 16 de agosto de 2009

NO RETROCER, NO RENDIRSE JAMÁS



Cuando estamos viviendo una vida plena en el Señor, llegan situaciones, dificultades, tentaciones y dudas que pueden desviar el rumbo de nuestra vida espiritual para llevarnos a un estancamiento o a un retroceso. Lo anterior puede ocasionar que nos rindamos y dejemos de luchar para darle cabida al mal y no se cumpla el propósito de Dios en nuestra vida. A continuación voy a mencionar unas claves importantes para los jóvenes, que nos permiten estar siempre orientados por el camino correcto.

1. El joven debe ser temeroso de Dios:

Pro 8:13: El temor de Jehová es aborrecer el mal...


El temor de Jehová no es sentir miedo por lo que nos pueda pasar o aún cumplir sus mandamientos sin una convicción clara. Se trata como dice la palabra de Dios de aborrecer el pecado y empezar a verlo como algo contaminante y dañino para nuestra vida. Ej. Una persona que está a dieta empieza a ver la grasa como algo dañino para el cuidado de su cuerpo. Así mismo debemos ser nosotros. No podemos acariciar el pecado o simplemente abstenernos de hacerlo. Nuestra convicción debe ser más profunda.

Lo que pesa Dios son nuestros corazones. Nuestro cuerpo físico puede no estar presente en un lugar de pecado. Pero si nuestro corazón (nuestra mente) está allá, realmente estamos pecando. Nuestra presencia física determina el testimonio pero nuestra presencia espiritual determina nuestra relación con Dios y nuestra salvación.

2. El joven debe ser obediente a la palabra de Dios:

Prov. 5:1 Hijo mío, está atento a mi sabiduría,
Y a mi inteligencia inclina tu oído,
Prov. 5:2 Para que guardes consejo,
Y tus labios conserven la ciencia.
Prov. 5:3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel,
Y su paladar es más blando que el aceite;
Prov. 5:4 Mas su fin es amargo como el ajenjo,
Agudo como espada de dos filos.
Prov. 5:5 Sus pies descienden a la muerte;
Sus pasos conducen al Seol.
Prov. 5:6 Sus caminos son inestables; no los conocerás,
Si no considerares el camino de vida.

Cuando aborrecemos el pecado ( es decir que tenemos temor de Dios), ya estamos en capacidad de obedecer. Pero para obedecer es necesario conocer los mandamientos de Dios. Esto lo logramos a través de la lectura, comprensión, análisis y meditación en la palabra de Dios con un corazón (mente) dispuesto a recibir y a poner en práctica los principios dados por Dios. El principio de toda sabiduría es el temor de Jehová ( Prov. 1:7). Es decir que primero debemos aborrecer el pecado y luego vamos a adquirir sabiduría a través del conocimiento de la palabra de Dios.

3. El joven debe llenarse de fe:

Isa 43:10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.

Para nosotros poder creer, es necesario conocer las promesas dadas por Dios en su palabra. Ej. Cuando nos ofrecen una crema, para poder convencernos de comprarla, normalmente investigamos acerca de sus propiedades en un catálogo o en Internet. Igual sucede en nuestra vida espiritual. Para poder creer es necesario conocer y practicar lo que está en nuestro catálogo ( la Biblia)

4. El joven debe ser de avanzada:

Juan 3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
Juan 3:31 El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.

En un ejército, los soldados de avanzada son los que están adelante del pelotón porque son los más capacitados, arriesgados y valientes. Así debemos ser nosotros: “Pa’ atrás ni pa’ coger impulso” como dicen los antioqueños. No podemos permitir que el viejo hombre aparezca para hacernos retroceder o aún rendirnos. No podemos bajar de estrato. En el Señor estamos en el estrato más alto. Lejos de él vamos a rebajar nuestra condición de vida para traer nuevamente el pecado, el temor, la angustia, la tristeza, el dolor, la desesperanza y lo peor de todo, la muerte.

Pero lo más importante para ser un joven de avanzada espiritual, es permitir que él crezca en nosotros y que mengüe todo aquello que es desagradable ante los ojos del Señor

Animo jóvenes y sean esforzados y valientes. Dios está mirando lo bueno que hacemos y esto traerá una recompensa que nadie puede alcanzar por nosotros: LA SALVACIÓN.

Para reflexionar....

¿Dónde está tu corazón?
¿Tu prioridad es Dios?
¿Tu fe está puesta en Dios?
¿Te sientes seguro con el Señor?

Webgrafía:

Imagen: http://es.tinypic.com/view.php?pic=akwv9h&s=3


sábado, 9 de mayo de 2009

UN JOVEN TRANSPARENTE ES UN JOVEN CON CARÁCTER



Eclesiastés 11: 9-10


Placer:
יָטַב yatáb
; hacer (caus.) bien, lit. (Sano, hermoso) o fig. (Feliz, exitoso, correcto):-acepto, adornar, agradar, alegrar, alistar, bien, bueno, colmar, constituir, contento, dar, diligencia, enmendar, enteramente, gozoso, gracia, hallar, ir, mayor, mejor, mejorar, parecer, placer, prosperar, reducir.


Caminos:
דֶּרֶךְ dérek; camino (como pisado); fig. Curso de la vida o modo de acción, a menudo adv.:-asunto, calzada, camino, carrera, conducir, conducta, corredor, costumbre, curso, dar (al oriente), encrucijada, fornicar, jornada, lado, marchar, misión, oriental, proceder, rastro, rumbo, senda, vereda, vía, viaje.


Corazón:
לֵב leb
; corazón; también usado (fig.) muy ampliamente para los sentimientos, la voluntad e incluso el intelecto, de manera similar para el centro de cualquier cosa:-amorosamente, angustiar, ánimo, aplicar, arbitrio, atención, caso, corazón, cordura, cuidado, dar, decidir, deseo, entendimiento, esforzado, gozoso, juicio, pensamiento, sabiduría, voluntad, voluntariamente.


Vanidad:
הָבַל jabál; raíz prim.; ser vano en acción, palabra, o expectación; espec. Hacer descarriar:-envanecer, -se, ser (hacer, hacerse) vano.
Cuando se es joven, nada parece ser fácil y nada parece tener una salida. Los jóvenes se enfrentan a un mundo de cambios en todas las áreas de sus vidas, desde los estudios hasta su propio cuerpo.


En esta etapa de la vida se es demasiado joven para algunas cosas y demasiado viejo para otras, nunca se sabe cómo se reaccionara ante alguna situación y sobre todo no hay seguridad de que es lo que en realidad se quiere y no está mal, es simplemente parte del ser joven. Pero, a pesar de todo esto, no se debe olvidar que Dios siempre está presente, no importa la etapa de la vida por la que se esté pasando, El está esperando que abramos nuestro corazón y entreguemos nuestra vida a Él. Es lo mejor que se puede hacer cuando se es joven.


Joven, Dios no te prohíbe hacer nada, eres libre de hacer con tu vida lo que mejor te parezca, pero si lo sigues y aceptas como tu Señor y Salvador, sabrás que hay cosas que a Él no le agradan y por eso es mejor mantenerse alejados de ellas. Dios conoce tu corazón y sabe cuál es el camino que más te conviene. Debes aprender a disfrutar de la vida, caminando de la mano con tu creador.


Pero y entonces como debemos ser:


Cristianos de fachada
Hoy día muchos profesan se cristianos pero no reflejan a Cristo en sus vidas. Llevan la Biblia bajo el brazo, son puntuales para llegar a las celebraciones de culto, danzan y alaban al Señor. Incluso exteriorizan a la perfección la jerga evangélica: “Dios le bendiga”, “Hermana ¿Cómo van las cosas?¿Bendecido?”,. “¡Gloria a Dios!”, y cuantas frases y palabras identifican a los creyentes. Sin embargo, dentro no dejan que Jesucristo obre la verdadera transformación de sus vidas.
Muestran una imagen, pero sus acciones distan mucho de testimoniar el amor de Dios. Esa actitud hipócrita es la que ha causado un enorme daño al pueblo evangélico. Bien se anticipó nuestro amado Señor Jesucristo al decir: “Así que por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi padre que está en el cielo” (Mateo 7:20, 21).


Cristianos íntegros
Jesús lo sintetizó así: “Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad” (Lucas 11:35). “Ustedes son la luz del mundo...Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al padre que está en el cielo” (Lucas 11:35 y Mateo 5:14., 16).
Buscar la excelencia.


Un joven cristiano que se limita a cumplir exclusivamente con lo que le corresponde y generalmente no colabora cuando le piden ayuda en algo extra, está lejos del principio de la excelencia Hay personas que se ufanan de ser cristianas, pero son quienes menos colaboran en su puesto de trabajo, llegan tarde a laborar y son los primeros en irse, como si salieran huyendo. No demuestran solidaridad con sus compañeros. Ni siquiera desarrollan sentido de pertenencia por la empresa en la que están laborando. Trabajan por que les pagan su salario, pero no con una auténtica vocación de servicio.


Para tales creyentes el apóstol pablo escribió:”Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie de este mundo” (Colosenses 3:23). En resumen, en su desempeño secular el cristiano camina hacia la excelencia.


Cristianos intachables
¿Sabe lo que esto significa? Que debemos ser jóvenes transparentes hasta tal punto, que nadie, absolutamente nadie, podía encontrar motivo para recriminarnos. Jamás olvide que usted es cristiano no solo en la intimidad de su habitación, sino en lugares en los que piensa que nadie lo conoce o identifica.


¿Se imagina qué ocurriría sin en el aparente anonimato no cuidara mi testimonio de fe? Nunca sabemos quién nos conoce, no lo olvide.


Cristianos a pesar de la adversidad


La pregunta le cayó por sorpresa. Se encontraba con varios amigos. “¿Eres cristiano?”. Se sonrojó. No sabía qué decir. Bebió con rapidez parte del refresco, en tanto pensaba. Por fin respondió. Lo hizo con decisión, sin asomo de temor o incomodidad:
Muchos por temor a las críticas, las burlas o a perder popularidad, temen decir que son creyentes. Llevan la Biblia escondida en una maleta. Son cristianos en “lo secreto”. Hay que, seguir testimoniando de su fe, sin reparar en el qué dirán.


Una de las demandas del cristiano: ser firme en Cristo así las circunstancias sean adversas.
Eclesiastés 12: 13-14 todo se resume en guardar los mandamientos, porque sobre todo sea bueno o malo Dios traerá su justicia.

sábado, 4 de abril de 2009

LA MENTIRA


“Abomina el Señor los labios mentirosos; los que obran fielmente esos le son gratos.” Proverbios 12:22


Todo lo que hacemos y decimos debe basarse en la verdad; las mentiras establecen una base vacilante en cualquier relación. Las mentiras se dan en cuatro formas principales: engaños, verdades a medias, exageraciones.


ENGAÑOS


¿Por qué algunas gentes practican el engaño? Muchos lo hacen por una ganancia financiera, por ventajas sociales, para esconder actos inmorales, o para obtener otros “beneficios”. Jacob, cuyo nombre significa “tramposo”, conspiró junto con su madre y engañó a su padre para que le diera la bendición de primogenitura que le pertenecía a su hermano Esaú (Génesis 27). Cuando Esaú descubrió el engaño amenazó con matarlo. Jacob fue obligado a irse del pueblo y a ir a vivir con su tío Labán. A pesar de eso tuvo que cosechar las semillas de engaño que había sembrado. Labán engaño a Jacob casándolo con su hija Lía, a quien Jacob no amaba. Labán además engañó a Jacob cambiándole varias veces los términos de su acuerdo de trabajo. Jacob fue obligado a trabajar 14 años para casarse con Raquel, a quien él amaba. Finalmente, como dejó de ser engañador y se arrepintió, Dios lo bendijo más allá de su salvaje imaginación.
Comprometerse con el engaño es una bofetada en la cara de Dios y tiene terribles consecuencias. Cuando decidimos no confiar en que Él manejará una situación, nosotros, en esencias, estamos decidiendo que Él es un mentiroso y que está renegando a su promesa de satisfacer toda necesidad. Procedemos entonces a actuar a nuestra manera por cualquier medio que consideremos necesario, aún hasta engañando. Haciendo esto estamos perdiendo la buena vida que Dios tiene planeada para nosotros.


VERDADES A MEDIAS


Interesante que la palabra “integridad” derive de “entero”, que es un término matemático. Un entero es un número completo, lo opuesto a una fracción. Cuando somos íntegros, decimos la verdad completa y no solo una fracción o parte de ella.


EXAGERACIONES


¿Embellece usted sus historias frecuentemente para obtener mayor atención de quien lo escucha? Exagerar puede parecer inofensivo, pero es otra forma de mentir. El peligro al exagerar es que las personas que están familiarizadas con la propensión de una persona a estirar la verdad, descontarán todo lo que ella diga. Esta es la paradoja de la exageración; una persona estira la verdad para que ésta suene más creíble, pero entonces pierde su credibilidad porque exagera. Varias personas estiradoras de la verdad. Sus palabras favoritas incluyen términos absolutos como: “todos”, “nadie” y “siempre”. Sus amigos bromeando advierten, “Ahora, tu sabes que solo debes creerle la mitad de lo que diga.” Que terrible acusación. ¿Es así como le gustaría que lo vieran?
· Satanás es el padre de mentira Juan 8:44.
· La verdad es Cristo (Juan 14:6)
La mentira igual que todos los pecados no se desarrolla de la noche a la mañana. Se desarrolla con el tiempo. El hábito de mentir que algunos jóvenes tienen no es problema que sólo aparece en los momentos de “angustia” sino que muchas veces ya es un hábito de mentir desarrollado. Es como un deporte, que para ser bueno en él hay que practicar y practicar. El deporte de muchos jóvenes es mentir. Mienten sólo para hacerse ver mejor, para darle realce a cosas insignificantes.
Hay varias maneras para prevenir la mentira:


Consejo 1: No cometas errores si sabes que sus consecuencias te harán mentirle a alguien.
Algunos jóvenes cometen errores sabiendo que esto traerá su debida retribución, pero, aún así lo hacen. Después cuando han cometido el error y las consecuencias las tienen encima el recurso de salida de último momento es mentir. Lo correcto sería arrepentirse, pero, ellos lo que hacen es mentirle a sus padres, mentirle a sus amigos, mentir a la iglesia y de esa manera se van volviendo más y más mentirosos.
Antes de cometer un error piensa en las consecuencias y si alguna vez los cometes es mejor ser sincero. Recuerda, que sí a ti no te gustaría que te mintieran no lo hagas tú a otras personas, ya que si lo haces no tendrás ningún derecho de reclamarle a los demás.


Consejo 2: Comprende la naturaleza de la mentira.


Un segundo consejo para dejar de ser mentiroso es comprender el alcance y magnitud de la mentira.
La frecuencia en que la gente comete los pecados hace que éstos mismos hagan diferencia entre pecados grandes y pequeños.
Por ejemplo, si se habla de adulterio la gente dice: “Ese fue un pecado grande.” Si se habla de mentir la cosa es diferente. La gente habla incluso de “una mentira piadosa” o “valía la pena mentir.” Pero, nosotros sabemos que eso no es así. Para Dios no hay pecado grande ni pequeño.

Consejo 3: Imita a Jesús.


Jesús es el ejemplo de la verdad. El Señor nunca ha dicho una mentira. Todo lo que ha dicho o ha hecho y jamás ha quedado mal con nadie, pues, la verdad está en él.
Hablar de la verdad trasciende el pensamiento humano, va más allá de los límites de nuestro entendimiento. Al hablar de la verdad estamos hablando de Jesús. Para ser practicantes de la verdad hay que vivir como Jesús, y sólo los que han creído plenamente en él pueden vivir en sus caminos.

sábado, 21 de marzo de 2009

EL PODER DE SER HIJOS DE DIOS


¿Quiénes son los hijos de Dios? El nacimiento espiritual hace que alguien se convierta en hijo de Dios. Está en la Biblia, Juan 1:12-13, "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios".


Dios nos ofrece la oportunidad de ser sus hijos. Está en la Biblia, 1 Juan 3:1, "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él".


Los cristianos son adoptados en la familia de Dios. Está en la Biblia, Romanos 8:16, "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios". Gálatas 4:4-5, "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos".


Dios quiere que Sus hijos se vuelvan más y más como Jesucristo. Aunque solo en el cielo podremos ser perfectos, un hijo de Dios no pecará habitualmente y sin arrepentirse. “Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como Él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:7-10).


La Biblia establece claramente, que toda la gente es creación de Dios (Colosenses 1:16), pero que solo aquellos que han nacido de nuevo son hijos de Dios (Juan 1:12; Juan 11:52; Romanos 8:16; 1 Juan 3:1-10).
En la Escritura, los que se pierden nunca son mencionados como hijos de Dios. Efesios 2:3 nos dice que antes que fuéramos salvos, “éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.” Romanos 9:8 dice que “…no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.” En vez de haber nacido como hijos de Dios, nacimos en pecado, el cual nos separa de Dios y nos sitúa al lado de Satanás como enemigos de Dios (Juan 8:43). Un verso después, en Juan 8:44, Jesús dijo a los fariseos; “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer…” El hecho de que aquellos que no son salvos no son hijos de Dios, también puede verse en 1 Juan 3:10, “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.”


Nos convertimos en hijos de Dios cuando somos salvos porque somos adoptados dentro de la familia de Dios a través de nuestra relación con Jesucristo (Gálatas 4:5-6; Efesios 1:5). Esto puede verse claramente en versos como Romanos 8:14-17. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados.” Aquellos que son salvos son “…hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.” (Gálatas 3:26) porque Dios nos ha “…predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de Su voluntad.” (Efesios 1:5)


CARACTERÍSTICAS DE LOS HIJOS DE DIOS


A. Guardan los mandamientos de Dios (1 Juan. 5:1-3).


1. El ser "nacido de Dios" supone mucho más que simplemente aceptar el hecho de que Jesús es el Hijo de Dios.
2. Los hijos de Dios tienen una fe activa y obediente.


B. No practican el pecado (1 Juan. 3:9). Como cristianos, puede que pequemos de vez en cuando pero no debemos quedarnos en ese estado. Los verdaderos hijos de Dios no son indiferentes al pecado ni intentan justificarlo.


C. Son guiados por el Espíritu (Romanos. 8:14). Somos guiados por el Espíritu Santo solamente cuando nos sometemos humildemente a sus instrucciones encontradas en el N.T. (Efesios. 6:17).
D. Son pacificadores (Mateo. 5:9).


E. Aman a sus enemigos (Mateo. 5:44,45). El amor verdadero no consiste simplemente en abrazos y besos sino más bien en querer lo que es mejor para el otro. Desde luego, lo mejor que podemos desear para nuestro enemigo es que conozca la verdad y sea salvo.


F. Se parecen a su padre (1 Juan. 3:2,3; 1 Pedro. 1:13-16; Efesios. 5:1-5)


1. Cuando nace un bebé todos los padres se ponen contentísimos al darse cuenta de que su niño se les parece. La madre exclama: ¡Tiene mi nariz! y el padre dice: ¡Tiene mis ojos! Esto es motivo para regocijarse.
2. De igual manera, Dios se regocija al ver que Sus hijos se le parecen.


G. Siempre cuenta con su Padre.

jueves, 12 de marzo de 2009

EL SERVICIO A DIOS TE LEVANTA Y TE EXALTA


Palabra para estudiar: Hechos 5


La pregunta es, de nuevo: Siendo que ya no necesitamos de lugares especiales "sagrados", ni ceremonias, ni una clase clerical, ni sacrificios expiatorios, ni nada de lo que era obligatorio bajo el Viejo Pacto de la Ley, ¿Cómo debe ser nuestro servicio a Dios hoy, bajo el Nuevo Pacto, la ley de la libertad...?


Conociendo que, como cristianos, somos nosotros Templo de Dios, es obvio suponer que Dios habita permanentemente en cada uno de nosotros: "El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él" (Juan 14:23) Siendo así, nuestro servicio sagrado a Dios ya no es esporádico ni está destinado a ciertos días especiales; cada día de nuestras vidas, cada actividad, cada pensamiento se convierte, a partir del Nuevo Nacimiento, en un servicio sagrado a Dios:


Sigan haciendo todo como para Jehová, sea el comer o el beber, o el hacer cualquier otra cosa. (1 Corintios. 10:31)
(Romanos 12:1, 2)


Así que cada rasgo de nuestra vida se convierte en servicio sagrado a Dios. Siendo nosotros "sacrificio vivo" significa que absolutamente TODO lo que envuelva nuestra vida debe hacer "como para Jehová". Comer, dormir, trabajar, divertirse... todo debe hacerse pensando en que es un servicio sagrado a Jehová.
Nadie puede hacer la obra, llevar a cabo el propósito de Dios, seguir la voluntad del Señor y hacer proezas, si Dios realmente no está con él. Debemos procurar que la manifestación del poder de Dios no sea una vez por año, esporádica, sino que realmente se cumpla lo que dijo Jesús: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (San Mateo 28:20).


Si buscamos, notaremos que son pocos los que ven una vida de integridad, una vida de testimonio, una vida de servicio, una vida de entrega. La mayoría está en otros asuntos, no quieren sacrificarse, no quieren esforzarse, no quieren darse al Señor.


Debemos trabajar no para sentirnos grandes, ni superiores; no debemos atraer la mirada de la gente hacia nosotros, para que nos endiose y exalte. No, sino por el contrario, trabajemos para atribuirle a Dios toda la gloria.


EFESIOS 2:10


Fuiste puesto en la tierra con un propósito: para servir a Dios y a los demás. Este es un propósito de Dios para tu vida. Siempre que sirves a otros de cualquier manera, verdaderamente estás sirviendo a Dios y cumpliendo uno de tus propósitos. No estamos en la tierra solo para respirar, comer, ocupar un espacio y divertirnos. Dios nos formó individualmente para que hiciéramos un aporte singular con nuestras vidas.
Dios te redimió para que hicieras su obra santa. Tú no eres salvo por buenas obras, sino para hacer buenas obras. En el reino de Dios, tienes un lugar, un propósito, un rol y una función que cumplir. Esto le da a tu vida un gran valor y significado. Una vez que has sido salvado, Dios intenta usarte en sus planes. Él te tiene un ministerio en su iglesia y una misión en el mundo.
Para los cristianos, el servicio no es opcional, algo que debe incluirse en nuestros horarios si disponemos de tiempo. Es el corazón de la vida cristiana. Jesús vino a servir y a dar, y esos dos verbos también pueden definir tu vida en la tierra. Servir y dar, en resumen, son propósitos de Dios para tu vida.


MATEO 20:27-28


Eres una obra de arte hecha a mano por Dios. No has sido fabricado en una línea de producción, ni ensamblado ni producido en cantidades industriales. Eres un diseño hecho a medida, una pieza original. Dios deliberadamente te hizo y te formó para que le sirvieras de una que hace tu ministerio único. Dios no solo te formó antes que nacieras, sino que planeó cada día de tu vida para apoyar su progreso para formarte. Eso quiere decir que nada de lo que pasa en tu vida es irrelevante. Dios usa todo eso para formarte para que ministres a otros y para servirlo a él.


Tus recursos son los talentos naturales con los que naciste.


Para usar nuestros talentos en el servicio, necesitas entender cuatro verdades:
· Todos nuestros recursos provienen de Dios.
· Cada recurso puede usarse para la gloria de Dios.
· Lo que soy capaz de hacer, esto es lo que Dios quiere que haga.
· Si no los uso, los perderé.


Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad” 2 TIMOTEO 2:15
Solo cuando nos olvidamos de nosotros mismos podemos hacer cosas que merecen ser recordadas.

viernes, 20 de febrero de 2009

EL JOVEN OBEDIENTE AGRADA A DIOS

La obediencia cristiana es un acto libre que busca realizar la voluntad de Dios en la propia vida, para identificarse con Jesucristo.

¿Qué nos trajo la desobediencia de Adán?: Muerte
¿Qué nos trajo la obediencia de Cristo?: Justicia divina para todos los que le aceptan como Redentor, paz, amor verdadero, una nueva creación, una nueva tierra y un cielo nuevo, vida eterna,...

Al ser obediente tu corazón vive tranquilo, y no tiene “quien lo persiga” porque al ser desobediente, como que te “sigue” algo, y hasta que te alcanza y zas! ¿ Sabes que te alcanzó? “La consecuencia” y a veces no es nada agradable.
¿La obediencia sienta bien al hombre? Como cualquier virtud, la obediencia mejora al hombre. En este caso le facilita la vida en sociedad, frena el orgullo, dispone a cumplir la Voluntad de Dios, y ejercita el amor.
La obediencia es una decisión no una imposición (Daniel era joven y propuso en su corazón no contaminarse y obedecer en todo)

¿A QUIÉN OBEDECEMOS?

A DIOS

Hebreos 5,9 La obediencia a Dios nos da salvación
“Que nadie os engañe con vanas razones, pues por eso viene le cólera de Dios sobre los rebeldes. No tengáis parte con ellos. Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de la luz;” Efesios 5,6-8
Y vivir como hijos de la luz, implica hacer la voluntad del Padre y guardar sus mandamientos
La obediencia a Dios es prueba de sensatez y camino seguro de felicidad; aunque a veces los deseos divinos no coinciden con nuestros gustos.


A NUESTROS PADRES

Los hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es lo correcto: «Honra a tu padre y madre». Este es el primer mandamiento con promesa: «a fin de que te sobrevenga el bien y estés sobre la tierra por mucho tiempo». (Efesios 6.1-3.)
O sea, donde antes el amor y el respeto podían ser motivaciones para obediencia, ahora el amor y el respeto son el producto del amor a Jesús. Y de ese amor a Jesús nace por igual la actitud de subordinación y obediencia.


A LAS AUTORIDADES

Sobre todo en una etapa de la vida tan difícil como lo es la juventud en donde se nos es difícil reconocer y someternos a nuestras autoridades en todas las áreas en las que nos desenvolvemos.
Y es en la palabra de Dios en donde se nos enseña cómo debemos comportarnos ante nuestras autoridades y como reconocerlas. En la vida podemos tomar dos caminos por en los cuales vivir, el de la obediencia de Jesús o el desobediencia de Satanás, pero no podemos vivir en los dos! si decidimos vivir en el de obediencia, Dios estará complacido con nosotros como lo estuvo con Jesús y seremos bendecidos y respaldados por Dios en todo lo que hagamos, pero si vivimos en el camino de rebeldía o desobediencia de Satanás nos será imposible recibir toda la bendición que Dios ha preparado para nosotros.
Romanos 13: 1-2.
En la Iglesia: En 1 de Timoteo 5:17 Dios nos confirma que debemos respetar a nuestras autoridades espirituales, esta palabra nos manda a tener un doble respeto por las personas que gobiernan bien y mayormente los que trabajan en predicar y enseñar, doble honor quiere decir que debemos tener aun un mayor respecto y sujeción con nuestros pastores y pastoras y con todo aquel que sea autoridad dentro de la iglesia
En la Sociedad: En Mateo 22: 15-21 Dios nos deja claro como el mismo Jesús se supo someter a la autoridad social
Característica de un Rebelde:
A) El rebelde busca el mal. Proverbios 17:11
B) Un rebelde se le asocia con la mentira. Isaías 30:9
C) El rebelde no dispone su corazón para el Señor. Salmos 78:8
D) El rebelde no escucha. Ezequiel 3:27
E) El rebelde tiene ojos pero no ve. Ezequiel 12:2
F) El rebelde no hace las cosas que se le mandan. Josué 1:18
G) El rebelde no sigue el mandato de Jehová. Deuteronomio 1:26
H) Rebelde a La Palabra. Lamentaciones 1:18
I) El rebelde no escucha el consejo del Señor. Salmos 107:11