domingo, 16 de agosto de 2009

NO RETROCER, NO RENDIRSE JAMÁS



Cuando estamos viviendo una vida plena en el Señor, llegan situaciones, dificultades, tentaciones y dudas que pueden desviar el rumbo de nuestra vida espiritual para llevarnos a un estancamiento o a un retroceso. Lo anterior puede ocasionar que nos rindamos y dejemos de luchar para darle cabida al mal y no se cumpla el propósito de Dios en nuestra vida. A continuación voy a mencionar unas claves importantes para los jóvenes, que nos permiten estar siempre orientados por el camino correcto.

1. El joven debe ser temeroso de Dios:

Pro 8:13: El temor de Jehová es aborrecer el mal...


El temor de Jehová no es sentir miedo por lo que nos pueda pasar o aún cumplir sus mandamientos sin una convicción clara. Se trata como dice la palabra de Dios de aborrecer el pecado y empezar a verlo como algo contaminante y dañino para nuestra vida. Ej. Una persona que está a dieta empieza a ver la grasa como algo dañino para el cuidado de su cuerpo. Así mismo debemos ser nosotros. No podemos acariciar el pecado o simplemente abstenernos de hacerlo. Nuestra convicción debe ser más profunda.

Lo que pesa Dios son nuestros corazones. Nuestro cuerpo físico puede no estar presente en un lugar de pecado. Pero si nuestro corazón (nuestra mente) está allá, realmente estamos pecando. Nuestra presencia física determina el testimonio pero nuestra presencia espiritual determina nuestra relación con Dios y nuestra salvación.

2. El joven debe ser obediente a la palabra de Dios:

Prov. 5:1 Hijo mío, está atento a mi sabiduría,
Y a mi inteligencia inclina tu oído,
Prov. 5:2 Para que guardes consejo,
Y tus labios conserven la ciencia.
Prov. 5:3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel,
Y su paladar es más blando que el aceite;
Prov. 5:4 Mas su fin es amargo como el ajenjo,
Agudo como espada de dos filos.
Prov. 5:5 Sus pies descienden a la muerte;
Sus pasos conducen al Seol.
Prov. 5:6 Sus caminos son inestables; no los conocerás,
Si no considerares el camino de vida.

Cuando aborrecemos el pecado ( es decir que tenemos temor de Dios), ya estamos en capacidad de obedecer. Pero para obedecer es necesario conocer los mandamientos de Dios. Esto lo logramos a través de la lectura, comprensión, análisis y meditación en la palabra de Dios con un corazón (mente) dispuesto a recibir y a poner en práctica los principios dados por Dios. El principio de toda sabiduría es el temor de Jehová ( Prov. 1:7). Es decir que primero debemos aborrecer el pecado y luego vamos a adquirir sabiduría a través del conocimiento de la palabra de Dios.

3. El joven debe llenarse de fe:

Isa 43:10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.

Para nosotros poder creer, es necesario conocer las promesas dadas por Dios en su palabra. Ej. Cuando nos ofrecen una crema, para poder convencernos de comprarla, normalmente investigamos acerca de sus propiedades en un catálogo o en Internet. Igual sucede en nuestra vida espiritual. Para poder creer es necesario conocer y practicar lo que está en nuestro catálogo ( la Biblia)

4. El joven debe ser de avanzada:

Juan 3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
Juan 3:31 El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.

En un ejército, los soldados de avanzada son los que están adelante del pelotón porque son los más capacitados, arriesgados y valientes. Así debemos ser nosotros: “Pa’ atrás ni pa’ coger impulso” como dicen los antioqueños. No podemos permitir que el viejo hombre aparezca para hacernos retroceder o aún rendirnos. No podemos bajar de estrato. En el Señor estamos en el estrato más alto. Lejos de él vamos a rebajar nuestra condición de vida para traer nuevamente el pecado, el temor, la angustia, la tristeza, el dolor, la desesperanza y lo peor de todo, la muerte.

Pero lo más importante para ser un joven de avanzada espiritual, es permitir que él crezca en nosotros y que mengüe todo aquello que es desagradable ante los ojos del Señor

Animo jóvenes y sean esforzados y valientes. Dios está mirando lo bueno que hacemos y esto traerá una recompensa que nadie puede alcanzar por nosotros: LA SALVACIÓN.

Para reflexionar....

¿Dónde está tu corazón?
¿Tu prioridad es Dios?
¿Tu fe está puesta en Dios?
¿Te sientes seguro con el Señor?

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Imagen: http://es.tinypic.com/view.php?pic=akwv9h&s=3