sábado, 1 de septiembre de 2012

CONÉCTATE CON DIOS


En la vida de los jóvenes de la actualidad han cobrado demasiada importancia las relaciones virtuales. 

Cada día crecen de manera vertiginosa los usuarios de las diferentes redes sociales ( Facebook, Messenger, Twitter, google +, Blackberry etc).

Para poder comunicarnos y usar estos medios tecnológicos necesitamos conectarnos y se ha vuelto común expresiones como “ ahora me conecto para que hablemos”.

 Son cantidades de horas, las que gastamos en el año utilizando las redes sociales e incluso muchos se han vuelto adictos. Resulta algo muy divertido y al mismo tiempo informal y el hecho de que no estemos mirando de frente a la otra persona ( pues es una relación mas impersonal, pantalla teclado) a muchos les da confianza para poder comunicarse y aún revelar sus secretos más íntimos ( una relación casi invisible)

Es por eso que hoy quiero que reflexiones al respecto y consideremos la importancia de conectarnos espiritualmente con aquel ser invisible pero que está presente en todo momento y que se llama Dios.

Para ello vamos a considerar el siguiente texto de la palabra del señor:

Juan 14: 10-15

¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras.
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí: de otra manera, creedme por las mismas obras.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre.
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Si me amáis, guardad mis mandamientos;


11.    Para conectarnos con Dios debemos aprender a intimar con el


Alguna vez te has preguntado lo que significa tener una relación intima con una persona o con un ser querido ¿Qué características tiene esta relación?

Se trata de tener una relación de calidad con él, una relación estrecha en la cual  la comunicación fluya permanentemente.

La mejor manera de enchufarnos con Dios es a través de la oración. Mira lo que nos enseña el libro de Jeremías:


Jeremías 33:3 Clama á mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.

Los seres humanos nos movemos por emociones. En realidad los bienes materiales no son los que llenan a una persona. Todo lo que tienes, lo que en realidad satisface es una emoción. Por ejemplo para muchas personas que acumulan bienes en realidad el dinero no es lo que los mueve realmente, es el éxito, la fama el prestigio lo que en realidad los está conduciendo a adquirir más y más dinero.

Para conectarnos con Dios debemos tener comunión con él. En este punto estamos hablando de una relación muy profunda donde nos hacemos espiritualmente uno con él a través de su Santo Espíritu que habita en nosotros.

Si los bienes materiales nos producen una gran cantidad de emociones, te puedes imaginar lo que puedes experimentar cuando tienes una relación de intimidad con el creador del universo.

Un modelo a seguir, según lo que nos enseña la palabra es Daniel, quien vivió muchos años antes de Cristo.  Este joven exiliado de Israel, fue secuestrado y alejado de su país, para vivir muchos años en Babilonia, pero no olvidó a su Señor en la tierra extranjera.

Es un ejemplo de fidelidad para todos, ya que estando lejos de su casa y en las condiciones más difíciles, en un ambiente contaminado espiritualmente, lleno de oposición, en las condiciones más adversas, estaba decidido a ser fiel a Dios.

Daniel 6: 10 Y Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entróse en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que estaban hacia Jerusalem, hincábase de rodillas tres veces al día, y oraba, y confesaba delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

No hay cosa más agradable que chatear con un amigo o con una persona que nos cae bien. La invitación es que empecemos a chatear más constantemente con él a través de la oración. Y no se trata de ser religiosos, se trata de entender que tenemos un amigo fiel que siempre nos va a escuchar y ese amigo es Jesús.


De esta manera vamos a ver las obra de Dios reflejada en nuestra vida.

Pero para que esto sea posible, debemos adicionalmente cumplir sus mandamientos y ser obediente en todos nuestros caminos ( no solamente en la iglesia sino en todo lo que comprende nuestra vida)

2.  Cuando tenemos una relación intima con Dios van a mejorar notablemente nuestra relación con los demás

Marcos 12: 30-31. Amarás pues al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente, y de todas tus fuerzas; este es el principal mandamiento.
Y el segundo es semejante á él: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Como analizábamos hace un momento, somos seres para los cuales son muy importantes nuestras emociones. Cuando permitimos que Dios sea el que gobierne nuestras vidas el fruto del Espíritu Santo se va a reflejar todo el tiempo en nosotros.

Gálatas 5: 22 Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.

Si el fruto se refleja en nuestra vida vamos a poder experimentar una vida diferente en la cual vamos a tener unas excelentes relaciones con los demás.

Las relaciones son las posesiones más valiosas de nuestra vida. En un libro que leí recientemente las comparaban con un diamante. El diamante en su estado original es una piedra fea y opaca, pero cuando un diamantista experto la trata, logra sacar esta piedra opaca y amorfa unas gemas preciosas. Para ello debe estudiar muy bien como va a partir la piedra y descubrir su veta. De lo contrario lo que lograría sería estropearla y perdería todo su valor. Así mismo son nuestras relaciones con los demás, es por eso que debemos descubrir su veta ( como tratarlos), para no estropear sus vidas y que las relaciones de conviertan en gemas.

La regla de oro dice: “Trata a los demás como quieres que te traten” la regla diamante dice: “ Trata a los demás como ellos quieren ser tratados”.

 El mejor diamantista en este proceso es Dios, pues cuando estamos conectados  con el se encarga de hacer de nosotros sus gemas preciosas y de esta manera vamos poder tener una vida plena y en la cual abunde el amor hacia todas las personas que nos rodean.

Hoy Dios te quiere preguntar:

¿Cómo está la relación con tus padres?
¿Cómo es tu relación con tus hermanos?
¿Cómo es tu relación con los jóvenes de Punta de Lanza?
¿Cómo es tu relación con el ministerio?
¿Cómo es tu relación con el esposo u esposa?

Nosotros debemos estar conectados a todo nivel: Con Dios y con los demás.  Cuando nos desconectamos por lo general empiezan los problemas.

Joven, ¿Estás conectado con Dios? ¿A que horas te conectas con él?

1 comentario:

ValeyJuli dijo...

Hola ¿de qué pais son?