viernes, 20 de febrero de 2009

EL JOVEN OBEDIENTE AGRADA A DIOS

La obediencia cristiana es un acto libre que busca realizar la voluntad de Dios en la propia vida, para identificarse con Jesucristo.

¿Qué nos trajo la desobediencia de Adán?: Muerte
¿Qué nos trajo la obediencia de Cristo?: Justicia divina para todos los que le aceptan como Redentor, paz, amor verdadero, una nueva creación, una nueva tierra y un cielo nuevo, vida eterna,...

Al ser obediente tu corazón vive tranquilo, y no tiene “quien lo persiga” porque al ser desobediente, como que te “sigue” algo, y hasta que te alcanza y zas! ¿ Sabes que te alcanzó? “La consecuencia” y a veces no es nada agradable.
¿La obediencia sienta bien al hombre? Como cualquier virtud, la obediencia mejora al hombre. En este caso le facilita la vida en sociedad, frena el orgullo, dispone a cumplir la Voluntad de Dios, y ejercita el amor.
La obediencia es una decisión no una imposición (Daniel era joven y propuso en su corazón no contaminarse y obedecer en todo)

¿A QUIÉN OBEDECEMOS?

A DIOS

Hebreos 5,9 La obediencia a Dios nos da salvación
“Que nadie os engañe con vanas razones, pues por eso viene le cólera de Dios sobre los rebeldes. No tengáis parte con ellos. Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de la luz;” Efesios 5,6-8
Y vivir como hijos de la luz, implica hacer la voluntad del Padre y guardar sus mandamientos
La obediencia a Dios es prueba de sensatez y camino seguro de felicidad; aunque a veces los deseos divinos no coinciden con nuestros gustos.


A NUESTROS PADRES

Los hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es lo correcto: «Honra a tu padre y madre». Este es el primer mandamiento con promesa: «a fin de que te sobrevenga el bien y estés sobre la tierra por mucho tiempo». (Efesios 6.1-3.)
O sea, donde antes el amor y el respeto podían ser motivaciones para obediencia, ahora el amor y el respeto son el producto del amor a Jesús. Y de ese amor a Jesús nace por igual la actitud de subordinación y obediencia.


A LAS AUTORIDADES

Sobre todo en una etapa de la vida tan difícil como lo es la juventud en donde se nos es difícil reconocer y someternos a nuestras autoridades en todas las áreas en las que nos desenvolvemos.
Y es en la palabra de Dios en donde se nos enseña cómo debemos comportarnos ante nuestras autoridades y como reconocerlas. En la vida podemos tomar dos caminos por en los cuales vivir, el de la obediencia de Jesús o el desobediencia de Satanás, pero no podemos vivir en los dos! si decidimos vivir en el de obediencia, Dios estará complacido con nosotros como lo estuvo con Jesús y seremos bendecidos y respaldados por Dios en todo lo que hagamos, pero si vivimos en el camino de rebeldía o desobediencia de Satanás nos será imposible recibir toda la bendición que Dios ha preparado para nosotros.
Romanos 13: 1-2.
En la Iglesia: En 1 de Timoteo 5:17 Dios nos confirma que debemos respetar a nuestras autoridades espirituales, esta palabra nos manda a tener un doble respeto por las personas que gobiernan bien y mayormente los que trabajan en predicar y enseñar, doble honor quiere decir que debemos tener aun un mayor respecto y sujeción con nuestros pastores y pastoras y con todo aquel que sea autoridad dentro de la iglesia
En la Sociedad: En Mateo 22: 15-21 Dios nos deja claro como el mismo Jesús se supo someter a la autoridad social
Característica de un Rebelde:
A) El rebelde busca el mal. Proverbios 17:11
B) Un rebelde se le asocia con la mentira. Isaías 30:9
C) El rebelde no dispone su corazón para el Señor. Salmos 78:8
D) El rebelde no escucha. Ezequiel 3:27
E) El rebelde tiene ojos pero no ve. Ezequiel 12:2
F) El rebelde no hace las cosas que se le mandan. Josué 1:18
G) El rebelde no sigue el mandato de Jehová. Deuteronomio 1:26
H) Rebelde a La Palabra. Lamentaciones 1:18
I) El rebelde no escucha el consejo del Señor. Salmos 107:11


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